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martes, 7 de febrero de 2012

FUMAR EN EL EMBARAZO

Entre los hábitos tóxicos que puede tener la embarazada, el tabaquismo es el más frecuente. Aunque es perjudicial para el feto y para la madre, y a pesar de toda la información disponible y de las múltiples visitas a la matrona y al ginecólogo, solo entre un 20%y un 40% de las mujeres fumadoras consiguen dejar de fumar durante el embarazo, aunque muchas retoman de nuevo el hábito tras el parto.
1. EFECTOS DEL TABACO EN LA GESTACIÓN: no vamos a comentar los efectos generales del tabaco a nivel pulmonar, de la tensión arterial, sobre las defensas, etc, sino exclusivamente los efectos provocados sobre el feto.
- disminución del peso fetal al nacimiento: está demostrado que pesan como media 187 gramos menos los hijos de madres fumadoras de medio paquete de cigarrillos, que los hijos de las no fumadoras.
- Mayor probabilidad de desprendimiento de placenta, placenta previa, placenta envejecida prematuramente, parto prematuro.
- Mayor probabilidad de aborto espontáneo, rotura prematura de membranas, amnionitis (infección de las aguas) y muerte neonatal.
- En los recién nacidos son más frecuentes los defectos congénitos: anencefalia, defectos cardiacos congénitos, defectos orofaríngeos (labio leporino, fisura del paladar).
- Varios estudios afirman la relación entre el tabaquismo materno y una mayor probabilidad de muerte súbita del lactante.
2. COMENTARIOS:
En todos los estudios se relaciona la patología con las mujeres fumadoras o no fumadoras, y se confirman estadísticamente si existen diferencias. Esto no quiere decir que conozcamos exactamente las causas de las mismas, aunque si sabemos que la nicotina tiene un efecto vasoconstrictor y es lógico que provoque alteraciones en la circulación sanguínea de la placenta, que dificulte o haga envejecer prematuramente las arterias placentarias. Por otro lado en el cigarrillo existen múltiples sustancias tóxicas de las que desconocemos los efectos que pueden tener sobre los delicados tejidos en crecimiento del feto.
Sabemos la dificultad de abandonar el hábito del tabaco, por lo que se necesita todo el apoyo y la ilusión de la pareja, del médico y la matrona, para que especialmente en el primer trimestre del embarazo que la mujer está muy motivada y las nauseas o el aumento de las sensaciones olfativas hacen más fácil que resulte desagradable el olor y el sabor del tabaco, la embarazada se plantee seriamente dejar de fumar o al menos reducir drásticamente el tabaco. Tienes que pensar no solo en los efectos negativos durante la gestación, sino en las consecuencias de los futuros años de la infancia del niño que tiene que vivir en un ambiente lleno de humos, convirtiendo el aire que respiran los jóvenes pulmones del niño en algo tóxico que le puede generar diversas patologías respiratorias. Éste es un tema de pediatría pero no está de más que sirvan de reflexión durante el embarazo.

Aunque estas imágenes de humo son muy bonitas, tenemos que conseguir que durante el embarazo y en el hogar que vive un pequeño, no exista ningún tipo de humo

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