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domingo, 6 de enero de 2013

Hernia discal

Zonas de la columna donde son frecuentes las hernias discales 

Las vértebras de la columna protegen los nervios que salen del cerebro y bajan por la espalda para formar la médula espinal. Los nervios se agrupan formando raíces que salen entre los espacios intervertebrales y se dirigen hacia la zona que tienen que inervar.
Las vértebras están separadas por discos encargados de amortiguar el roce entre vertebras y favorecen el movimiento entre las mismas, lo cual le permite a uno agacharse y alcanzar algo.
Los discos tienen una estructura parecida a un cojín: una tela fuerte exterior y un contenido "blando" de esponja o plumas en su interior. Con el tiempo o los esfuerzos las fibras que forman la cubierta exterior se rompen o debilitan, saliéndose el contenido del "cojín" y dejando por tanto de hacer su efecto protector, a la vez que pueden comprimir las raíces nerviosas que salen de ese espacio intervertebral.
  • La parte baja (región lumbar) de la columna es el área más común para una hernia de disco. Los discos cervicales (del cuello) resultan afectados en un pequeño porcentaje, mientras que los discos de la espalda alta y media (torácicos) rara vez están comprometidos.
  • La hernia discal ocurre con mayor frecuencia en los hombres de mediana edad y de edad avanzada, generalmente después de una actividad extenuante.También son frecuentes durante el embarazo, por el aumento de peso y la modificación de la columna (hiperlordosis lumbar).En aquellos trabajos que requieren esfuerzos (auxiliares de clínica, trabajadoras de residencias de ancianos, etc) 
  • Otros factores de riesgo comprenden enfermedades presentes al nacer (congénitas) que afecten el tamaño del conducto raquídeo lumbar.Alteraciones genéticas de la estructura del disco, débil masa muscular paravertebral, etc
  • SÍNTOMAS:
  • Puede sentirse como un hormigueo leve, dolor sordo o una sensación de ardor o pulsátil. En algunos casos, el dolor es tan intenso que uno es incapaz de moverse. También puede presentarse sensación de acorchamiento, quemazón, etc.
  • El dolor ocurre con mayor frecuencia en un lado del cuerpo.
    Con una hernia de disco en la región lumbar se puede tener dolor punzante en una parte de la pierna, la cadera o los glúteos y entumecimiento en otras partes. También pueden experimentarse molestias en la parte posterior de la pantorrilla o la planta del pie. La misma pierna  puede sentirse débil.
    Con una hernia de disco en el cuello, se puede tener dolor al mover el cuello, dolor profundo cerca o por encima del omóplato o dolor que se irradia a la parte superior del brazo, al antebrazo o, en raras ocasiones, a los dedos. También se puede presentar dolor a lo largo del hombro, el codo, el antebrazo y los dedos de la mano.
    El dolor con frecuencia empieza lentamente y puede empeorar:
    • Después de estar de pie o estar sentado.
    • Por la noche.
    • Al estornudar, toser o reírse.
    • Al doblarse hacia atrás o caminar durante un tiempo.
    El dolor, el entumecimiento o la debilidad con frecuencia desaparecerán o mejorarán mucho durante un período de semanas a meses (habitualmente entre 4-6 semanas)
    TRATAMIENTO:
    1. REPOSO: Es fundamental dejar descansar durante unos días, incluso alguna semana, el  nervio afectado. El disco se irá desinflamando y dejará de comprimir al nervio, lo que mejora el dolor.
    2. CALOR: el calor local (almohadilla eléctrica, baños con agua caliente, etc) relajan la contractura muscular releja y mejoran las  molestias.
    3.ANTINFLAMATORIOS Y RELAJANTES MUSCULARES: alivian el dolor y disminuyen la contractura muscular.A veces es preciso un tratamiento potente con corticoides.
    4. FISIOTERAPIA: el masaje, la movilización pasiva por un profesional, puede mejorar considerablemente el dolor y la incapacidad funcional, pero ojo, a veces puede ser contraproducente. Asegurarse de que sea un buen profesional.
    5. ESTILO DE VIDA: es importante disminuir el peso corporal en el caso de las hernias lumbares, buscar posiciones de trabajo antiálgicas, hacer ejercicio físico moderado, que mejore la musculatura de la zona. En ocasiones una faja lumbar para realizar determinados trabajos puede ser aconsejable, aunque si se utiliza excesivamente puede provocar atrofia muscular y ser contraproducente.

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