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sábado, 11 de febrero de 2017

Eficacia de los antiinflamatorios en el dolor de espalda

los antiinflamatorios no son muy eficaces para aliviar el dolor de espalda
El dolor de espalda es la causa más común de incapacidad laboral. Se estima que afecta a un 80% de la población en algún momento de su vida. Es por tanto una de las causas más frecuente de visita al médico de cabecera y entre un 5-10% de los casos se cronifica.
El tratamiento implica en muchos casos medidas físicas como el reposo, el calor local, el tratamiento con fisioterapia, y los tratamientos médicos con relajantes musculares, ansioliticos y/o antiinflamatorios.

Una revisión Cochrane muestra que para reducir el dolor y mejorar la incapacidad en caso de lumbalgia aguda es más efectivo permanecer activos que el descanso en cama. En caso de ciática hay una alta evidencia de que el reposo en cama no tiene efecto alguno en la funcionalidad ni en el dolor. Por otro lado, hay una evidencia mínima de la efectividad de los AINES en caso de radiculopatía, y ningún fármaco se muestra más efectivo que otro.

Los antiinflamatorios comunes no funcionan contra el dolor de espalda (Ann Rheum Dis)
Elsevier9 feb 2017

Proporcionan un alivio del dolor muy limitado a corto plazo.

Los antiinflamatorios no esteroideos de uso común, como el ibuprofeno, que habitualmente se utilizan para tratar el dolor de espalda proporcionan poco beneficio y, al mismo tiempo, causan efectos secundarios, según una nueva investigación del George Institute for Global Health, en Australia.

Los resultados de esta revisión sistemática, publicado en la revista "Annals of the Rheumatic Diseases", revelan que sólo uno de cada seis pacientes tratados con estos fármacos, también conocidos como AINEs, lograr una reducción significativa del dolor.

El estudio es el último trabajo del George Institute cuestionando la eficacia de los medicamentos existentes para el tratamiento del dolor de espalda. Una investigación anterior sobre el paracetamol ha demostrado ya que resulta ineficaz y los opioides proporcionan un beneficio mínimo sobre el placebo.

El autor principal del trabajo, la profesora asociada Manuela Ferreira, explica que el estudio pone de relieve la necesidad urgente de desarrollar nuevas terapias para tratar un dolor que afecta a 80% de los australianos durante su vida.

La Prof. Ferreira, perteneciente también al Institute of Bone and Joint Research, recuerda que "el dolor de espalda es la causa principal de discapacidad en todo el mundo y es comúnmente para paliarlo se prescriben medicamentos como los antiinflamatorios. Sin embargo --añade--, nuestros resultados muestran que los fármacos antiinflamatorios en realidad sólo proporcionan un alivio del dolor muy limitado a corto plazo. Reducen el nivel de dolor, pero sólo muy ligeramente y podría decirse que sin significación clínica".

Además, advierte de que si se tienen en cuenta que estos fármacos tienen efectos secundarios muy comunes "se hace evidente que estos medicamentos no son la respuesta para proporcionar alivio del dolor a los muchos millones de personas que sufren de esta enfermedad debilitante cada año".

En este sentido, el equipo del Instituto George, que examinó 35 ensayos que incluían a más de 6.000 personas, encontró que los pacientes que toman antiinflamatorios eran 2,5 veces más propensos a sufrir de problemas gastrointestinales como úlceras de estómago y sangrado.

Por ello, el investigador Gustavo Machado, del George Institute, considera que se necesitan tratamientos que traten el dolor sin provocar efectos secundarios. "Mejor aún, necesitamos un mayor énfasis en la prevención de dolor de espalda en el primer lugar. Sabemos que los programas de educación y el ejercicio puede reducir sustancialmente el riesgo de padecer dolor de espalda baja", recuerda.

La mayoría de las guías clínicas actualmente recomiendan los AINEs como la segunda línea de tratamiento para estos dolores después de analgésicos como el paracetamol, y con opioides como tercera opción.

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