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miércoles, 1 de marzo de 2017

Densidad mamaria y cancer de mama

Los estudios relacionan unas mamas más densas con mayor riesgo de cáncer 
Según las cifras publicadas por la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica)  la incidencia del cáncer de mama en 2012 fue de 25215 casos nuevos y la mortalidad durante ese año fue de 6075 mujeres. Se espera que para 2020 aumenten el número de cánceres en España y en el mundo en general, no solo el de mama, en parte debido al aumento de la esperanza de vida (envejecimiento de la población) y también por el mejor control de otras causas de muerte, como las enfermedades cardiovasculares.
Hay que decir que la supervivencia es cada vez mayor, en parte por los tratamientos médicos más eficaces y por el diagnóstico precoz que aumenta de manera importante la esperanza de supervivencia. En este sentido quiero poner este artículo recientemente publicado, en el que se relaciona una mayor densidad de la mama con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, por encima de otros factores como los genéticos o la edad del primer hijo. 
Este articulo es interesante porque indica la importancia de hacer un control más exhaustivo de la mama ( y más frecuente) cuando es más densa que cuando es una mama más grasa.

La densidad del pecho es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama (JAMA Oncol)
Elsevier14 feb 2017

Más que otros como los antecedentes familiares o tener hijos tarde.

Investigadores de la University of California, San Francisco (Estados Unidos) han descubierto que la densidad de los pechos es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama, más que otros como los antecedentes familiares o tener hijos tarde.

El trabajo, publicado en "JAMA Oncology", se basó en un análisis de más de 18.000 mujeres con neoplasias malignas de mama y 184.000 mujeres de la misma edad que no habían desarrollado la enfermedad.

Y, según vieron, las mujeres con senos densos tienen un riesgo "aproximádamente dos veces mayor" de tener cáncer de mama, según ha reconocido Natalie Engmann, principal autora de la investigación, en comparación con aquellas mujeres que tienen más grasa que tejido glandular y conjuntivo.

El hallazgo representa un problema porque el 60% de las mujeres más jóvenes y el 40% de las que ya han pasado la menopausia tienen los senos densos, lo que hace que los tumores sean más difíciles de detectar en las mamografías.

No obstante, los resultados no muestran que la densidad del pecho sea el factor de riesgo más significativo en cada caso, según aclaran los autores, sino que el hecho de que sea un tumor tan común es porque hay muchas mujeres con mamas densas.

En el estudio, los investigadores clasificaron la densidad mamaria en cuatro categorías: prácticamente grasas, principálmente grasas pero con tejido denso, moderadamente densas y predominántemente densas.

Luego, examinaron varios factores de riesgo conocidos del cáncer de mama como 
el peso de la mujer, 
antecedentes familiares de la enfermedad, 
haber sufrido una lesión benigna en la mama
tener un primer bebé después de los 30 años.

Así, calcularon que alrededor del 39% de los casos de cáncer de mama antes de la menopausia y el 26% de los casos que se desarrollan después podrían prevenirse si las mujeres tuvieran tejido menos denso.

El aumento de peso tiende a añadir tejido graso a los pechos y menor densidad, pero la obesidad es un factor de riesgo independiente de desarrollar la enfermedad en mujeres más mayores, según el estudio. De hecho, aproximadamente el 23% de los tumores en mujeres mayores podrían prevenirse si las mujeres con sobrepeso u obesidad bajaran de peso.

Sin embargo, en comparación con la densidad de mama o la obesidad, hay otros factores de riesgo comunes que no parecen explicar tantos casos a nivel general. Así,
 la historia familiar estuvo vinculada a un 9% de los casos en mujeres jóvenes y un 8% en mujeres mayores, 
mientras que el retraso en el parto estaba vinculado al 9% de los casos en mujeres más jóvenes y al 5% en las más mayores.

Una limitación del estudio, según admiten, es que no tuvieron en cuenta otros factores de riesgo como ciertas mutaciones genéticas que también pueden aumentar en gran medida las probabilidades de desarrollar cáncer de mama a nivel individual.

Actualmente se estima que sólo entre el 5 y 10% de los casos de cáncer de mama diagnosticados en Estados Unidos se deben a mutaciones genéticas heredadas relacionadas con este tumor, según el National Cancer Institute (NCI), pero estas mujeres son mucho más propensas a desarrollar cáncer y a tener tumores agresivos que son más difíciles de tratar.

Aunque las mujeres pueden hacer poco por reducir la densidad de sus pechos, este hallazgo puede servir para que en estos casos se tengan en cuenta otros cribados alternativos a las mamografías, según Christine Berg, investigadora del NCI que no participó en el estudio, tales como la tomosíntesis mamaria.

Hay un medicamento, el tamoxifeno, que reduce el riesgo de cáncer y también la densidad mamaria, pero tiene efectos secundarios graves y generálmente no se recomienda a menos que tengan un alto riesgo de cáncer.

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