Sofonisba Anguissola, nacida en Cremona en 1532 y fallecida en Palermo en 1625 (93 años) fue una pintora de éxito del Renacimiento y una de las
artistas más longevas.
Hija de un miembro de la baja nobleza genovesa y madre de familia influyente, pero que murió cuando ella tenía 4-5 años, era la mayor de siete hermanos, seis de ellos niñas y recibió una esmerada educación que incluía el estudio de la pintura con artistas locales. Algunas de sus hermanas también pintaban, pero demostró desde muy joven sus excelsas cualidades de pintora.
A los 22 años viaja a Roma, donde conoce a Miguel Ángel, por mediación de otros pintores que conocían su obra. A partir de un boceto que Miguel Ángel le encargó, reconoce su maestría y a partir de ese momento le enseña "informalmente" durante unos dos años. En aquella época las mujeres no podían pintar del natural, pues no estaba bien que "vieran cuerpos desnudos", así que Sofonisba tuvo que dedicarse a pintar retratos, habituálmente autorretratos, que era lo máximo que la sociedad le permitía. Así empieza a hacerse famosa como retratista.
En 1558 se desplaza a Milán donde retrata al Duque de Alba, quien a su vez la recomienda al rey Felipe II de España. Viaja a Madrid con 27 años para convertirse en pintora de la corte además de dama de compañía de la tercera esposa del rey, Isabel de Valois, de quien gana su confianza, a la vez que trabaja con el pintor Alfonso Sanchez Coello. Trabaja tan bien que incluso el famoso retrato de Felipe II, que se atribuía a Sanchez Coello, recientemente se ha demostrado que lo pintó Sofonisba.
A los 38 años, aún continuaba soltera, así que Felipe II le arregla un matrimonio con don Francisco de Moncada, hijo del virrey de Sicilia. La ceremonia se celebra con gran pompa y ella recibe una buena dote del rey. Desgraciadamente su marido fallece nueve años después.
Viajando hacia Cremona, conoce al capitán del barco que la llevaba y se casa con él. Se establecen en Génova, donde la fortuna de su marido y la dote del Rey le permiten vivir en una gran casa, donde mantiene su estudio y recibe y enseña a famosos pintores de toda Europa.
Recibió entre otros la visita de Van Dyck, que le hizo algún retrato, y murió finalmente a los 93 años, con el prestigio y el reconocimiento internacional.
Tiene cuadros en Bérgamo, Budapest, Museo del Prado (Madrid), Milán, Nápoles, Siena y Florencia.
Su obra ha tenido enorme influencia en las generaciones de artistas
posteriores. Su retrato de la reina Isabel de Valois con una piel de marta
cibelina fue el retrato más copiado en España. Entre estos copistas se incluyen
muchos de los mejores artistas del momento, como Pedro Pablo Rubens.
Sofonisba dijo en cierta ocasión: «La vida está llena de sorpresas;
intento capturar estos preciosos momentos con los ojos bien abiertos"