jueves, 25 de junio de 2015

La celiaquia

Vamos a comentar en esta entrada una enfermedad inflamatoria intestinal mucho más frecuente de lo que pensamos y mucho menos diagnósticada de lo debido.
La enfermedad celíaca (EC) es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probáblemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.
En los europeos y sus descendientes puede estar presente en el 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1.
Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la EC durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica. Sin embargo, el reconocimiento de otras formas atípicas de manifestarse, con menos síntomas, combinados con la mayor y mejor utilización de las pruebas complementarias disponibles, ha permitido poner de manifiesto la existencia de diferentes tipos de enfermedad:
Síntomática: Los síntomas son muy diversos pero todos los pacientes mostrarán una serología, histología y test genéticos compatibles con la EC.
Subclínica: En este caso no existirán síntomas ni signos, aunque sí serán positivas el resto de las pruebas diagnósticas.
Latente: Son pacientes que en un momento determinado, consumiendo gluten, no tienen síntomas y la mucosa intestinal es normal.
Potencial: Estas personas nunca han presentado una biopsia compatible con la EC pero, del mismo modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética determinada por la positividad del HLA-DQ2/DQ8. Aunque la serología puede ser negativa, presentan un aumento en el número de linfocitos intraepiteliales. La probabilidad media de desarrollar una EC activa es del 13% y una EC latente del 50% 

Existe un retraso de 12 años en el diagnóstico de enfermedad celíaca (Pediatr Integral)
Elsevier23 jun 2015

Sólo entre el 10 y el 20% de los celíacos está diagnosticado y el resto convive con la enfermedad sin saberlo.
En España existen alrededor de 500.000 celíacos sin diagnosticar, el motivo es el retraso en el diagnóstico que, actualmente, se estima en unos 12 años, afirma el responsable del Grupo de Nutrición y Trastornos Gastroenterológicos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), el Dr. Cristóbal Coronel.

Sólo entre el 10 y el 20% de los celíacos está diagnosticado, el resto convive con la enfermedad sin saberlo pese a que "el paciente afectado se convierte en un hiperfrecuentador de las consultas pediátricas y es tratado de muchas enfermedades que no tiene".

La presentación típica, la más fácil de detectar y en la que predominan los trastornos intestinales. Se inicia en niños con edades comprendidas entre 6 y 24 meses, quienes tras un período variable desde la introducción del gluten en la dieta comienzan a presentar un retraso pondero-estatural, incluso con pérdida de peso y estancamiento del crecimiento, diarrea crónica, vómitos y pérdida de apetito.

A la hora de diagnosticar la enfermedad hay que recordar que no existe un patrón común para todos los celíacos, ya que su clínica es muy variada; la formas de presentación de la enfermedad más frecuentes son las denominadas "no clásicas", que predominan en adultos, pero también aparecen en niños a cualquier edad; mientras que las formas clásicas de la enfermedad suelen aparecer en niños menores de 2 años.

"Se sabe que existe una predisposición hereditaria, puesto que los familiares de primer grado tienen 20 veces más riesgo de sufrirla", recuerdan. La incidencia de la enfermedad varía entre el 1 y 2% de la población, una cifra que daría si todos los pacientes estuvieran diagnosticados entre 500.000-900.000 casos en España.

El tratamiento, es la exclusión del gluten de la dieta de manera estricta y de por vida. El problema es que se estima que el gluten forma parte del 80% de los alimentos manufacturados, bien de forma directa bien, como espesante, soporte de aromas y aglutinantes.

Mientras, los productos sin gluten suelen ser escasos y caros. "Productos básicos como el pan quintuplica su precio al pan con harina de trigo. En España, a diferencia de otros países de la Unión Europea, los celíacos no reciben ninguna compensación para la compra de alimentos", explican.

Por tanto, según recuerdan en la revista “Pediatría Integral”, "ser celíaco supone una gran repercusión en el núcleo familiar, induce cambios de hábitos y costumbres, y según la edad del niño la familia va a cambiar para poder adaptarse a la dieta de un celíaco y dificulta su mantenimiento y control en el tiempo".

martes, 16 de junio de 2015

Acoso escolar y depresión

En una entrada anterior comentábamos la influencia del acoso escolar en la salud física y psicológica del niño que se podía mantener hasta la edad adulta, y que afectaba tanto que incluso se había demostrado alteraciones inflamatorias que persistían en la edad adulta. 
En esta entrada vamos a poner unas breves consideraciones sobre este desagradable tema que puede afectar a nuestros hijos y que muestra algunas de las facetas del ser humano, como la insolidaridad, la violencia, la agresividad contra el diferente, que nos deben hacer reflexionar sobre nuestra conducta y la de nuestros familiares, amigos, profesionales, etc.
1. ¿ Que es el acoso escolar?
El acoso escolar o "bullyng" es cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal, que se produce de manera continuada en las aulas de los centros escolares, en los patios de los mismos, a la salida de clase o incluso a través de los móviles o Internet. Es más frecuente en los niños o niñas en la edad de entrada a la adolescencia.
2. Atención padres, su hijo puede estar sufriendo acoso escolar:
-Si su hijo siente gran rechazo o miedo a ir al colegio, 
-Si se pone enfermo por las mañanas (dolor de tripa, cabeza...),
-Si evita contar lo que hace con sus amigos en el colegio…
-Si evita a ciertos compañeros de su entorno escolar... 

A continuación os pongo un trabajo recientemente publicado en una revista médica prestigiosa, en el que se establece una relación entre el acoso escolar y la depresión en el adulto.

Sufrir acoso durante la infancia puede provocar depresión más tarde
APA10 jun 2015

Uno de cada tres adultos jóvenes diagnosticados con depresión sufrió acoso durante su infancia.
El acoso puede afectar negatívamente a las víctimas durante muchos años. De acuerdo con un estudio británico publicado en «BMJ», es posible que uno de cada tres adultos jóvenes con depresión haya sufrido acoso durante su niñez.

Para este estudio se analizaron los datos de 14.500 residentes en Bristol que llevan desde la década de 1990 participando en una encuesta sobre salud. La muestra incluía 4000 jóvenes, con edades comprendidas entre los 13 y los 18 años, a los que se entrevistó sobre sus experiencias de acoso y depresión.

De ellos, 683 participantes comunicaron que habían sido acosados por sus compañeros al menos una vez por semana a los 13 años. A los 18, el 15 % de ellos sufría depresión, una tasa tres veces superior a la de los jóvenes de 18 años que no habían sufrido acoso.

El análisis mostró que más del 30 % de la depresión diagnosticada en el estudio puede atribuirse al acoso durante la infancia. Al tener en cuenta otras variables, como los trastornos de conducta o los problemas familiares, la relación con la depresión se debilitaba, pero continuaba siendo del doble en comparación con el resto de los encuestados.

jueves, 4 de junio de 2015

Anticoncepción con progestágenos

Los progestágenos son un grupo de hormonas en las que se incluye la progesterona, encargada de preparar el endometrio (tejido interno del útero) para favorecer la implantación del óvulo y favorecer el desarrollo de la gestación (por eso se llama pro-gesterona). Estas hormonas tienen un papel fundamental en el equilibrio hormonal del ciclo femenino y contrarrestan en parte los efectos de la otra hormona del ovario: los estrógenos (se podría decir que los estrógenos son las hormonas de la feminidad y la progesterona de la maternidad).
Hay un grupo de sustancias derivadas de la progesterona que llamamos prgestágenos o progestinas, que se pueden utilizar con diferentes fines médicos, como controlar las hemorragias uterinas, reducir el grosor endometrial, disminuir el efecto de los estrógenos sobre el tejido mamario y disminuir la calidad del moco cervical e inhibir la ovulación, por lo que se pueden utilizar también como anticonceptivos.
1. ¿Como funcionan? El mecanismo por el que se impide la concepción es múltiple:
- disminuyen la calidad del moco cervical, haciéndolo más espeso y dificultando la entrada de los espermatozoides.
- Disminuyen la calidad y el grosor del tejido endometrial, dificultando la implantación del óvulo fecundado.
- Alteran el equilibrio estrógeno/progestágeno en el ciclo ovárico, dificultando la ovulación.

2. Ventajas e inconvenientes, comparados con los anticonceptivos hormonales combinados (píldoras, anillo vaginal, parches, etc)
Al no llevar estrógenos en su composición tienen menos efectos adversos sobre el riesgo de trombosis o problemas cardiovasculares, se pueden utilizar en las migrañas, en mujeres fumadoras, en el periodo de lactancia, hipertensas, etc.
Los inconvenientes principales son:
- No regulan el ciclo, por lo que durante un periodo de 6-9 meses pueden aparecer ciclo irregulares y de hecho finalmente se suele producir una falta de la regla (amenorrea) que puede durar tanto tiempo como se siga con el anticonceptivo. Esto no quiere decir que tenga efectos similares a la menopausia, simplemente que no se produce la hemorragia menstrual.
- En algunas mujeres se puede producir retención de líquidos
- En algunas mujeres puede disminuir el deseo sexual.
El grado de eficacia anticonceptiva es muy alto (99%), similar a los anticonceptivos combinados, y realmente tienen menos riesgo para la salud que los otros.

3. Formas de presentación:
- Minipíldora: se le llama así a la pastilla de progestágeno. Se toma diariamente, sin pausas de descanso durante todo el año.
- DIU hormonal (dispositivo intrauterino hormonal): lo pone el ginecólogo. Su efecto dura unos 5 años.
- Implante subcutáneo: Lo pone el ginecólogo bajo la piel del antebrazo. Su efecto dura unos 3 años.
- Inyección de medroxiprogesterona: inyección intramuscular trimestral