Este cuento lo escuché el otro día en la radio. Lo contó JORGE BUCAY, no se si será suyo o recogido de cuentos populares, pero me gustó y os lo voy a intentar contar:
" Hace muchos años....vivía en un remoto lugar un niño al que todos ignoraban. Era el tercer hijo de una familia humilde, tenía cinco hermanos y sus padres se pasaban el día trabajando en la huerta o en el mercado vendiendo los productos para dar de comer a su familia. El niño, que era muy bueno y educado, aunque había ido poco a la escuela..siempre pedía las cosas por favor, hablaba sin levantar la voz...y generálmente o siempre, se quedaba con la palabra en la boca, cuando no recibía un empujón de alguno de sus hermanos: - Apártate, pasmarote, que llevo prisa!!..pero?? y ahí terminaba su queja.
El niño estaba cada día más triste. Su vida no tenia importancia para nadie. Nadie le hacia caso. Un buen día decidió hablar con el más anciano de la aldea. Este buen hombre había vivido mucho y seguro que sabría ayudarle!.
- Buenos días señor!..- dijo con su tímida vocecilla- puedo hablar con usted?.
- ¿Eh?..¿Quien?..Ah!..dime, hijo, que quieres..
- Verá señor, vengo a preguntarle porque nadie me hace caso..mi vida no tiene sentido..no le importo nada a nadie..estoy muy apenado por esto..
El anciano lo miró durante un buen rato y después sacudiendo la cabeza, dijo: -Bueno, la verdad es que en estos momentos tengo un importante problema económico, que me tiene muy preocupado...Si me ayudas a solucionarlo, prometo que te ayudaré. Y quitándose un anillo del dedo, le dijo al niño:
- Coge este anillo y ve al mercado...Véndelo a cualquiera de los mercaderes..pero no lo vendas por menos de tres monedas de oro!!.
El niño cogió el anillo y lo guardó con cuidado. Salió corriendo hacia el mercado, pensando que una vez más, no le habían hecho caso alguno..pero bueno, al menos había prometido ayudarle.
Recorrió los diferentes puestos del mercado ofreciendo su anillo: - ¡ que bonito! decían algunos..te doy dos monedas de oro. Otro: me gusta!!..te lo cambio por esta oveja..Pero el niño tenia claras las instrucciones del anciano...así que al terminar la mañana volvió sin haber podido vender el anillo.
- Lo siento señor..pero no pude venderlo!!..nadie me ofreció las tres monedas de oro que usted me dijo..
- No te preocupes..vete a casa y vuelve mañana temprano..contestó el abuelo..mientras seguía haciendo sus labores..Al día siguiente y con muchas dudas, volvió el niño...¡Quizás hoy me ayude el anciano! - se decía- Pero al llegar, de nuevo el anciano se quitó el anillo y le dijo:
- Hola chico, hoy tendrás que viajar un poco...Ve a la ciudad y pregunta por el mejor joyero...necesito que le lleves el anillo y le preguntes su valor..necesito saberlo para poder venderlo a un precio justo..Pero no se lo vendas, solo quiero su tasación...
El niño partió esta vez hacia la ciudad, pensando que quizás el anciano le estaba tomando el pelo..o realmente tenia un grave problema económico..y el podía ayudarle..
Cuando llegó a la ciudad, le encaminaron hacia un lujoso establecimiento, al lado de un gran hotel. El niño entró intimidado y preguntó al señor que con amable sonrisa le miraba:
- Usted me puede decir que vale este anillo?- preguntó. -Déjame verlo..y tras ponerse una extraña lupa en un ojo, el señor miró durante un buen rato el anillo..- ¿de donde lo has sacado?...!es una verdadera joya!..te doy cien monedas de oro por el!!..
- No quiero venderlo..dijo el sorprendido niño. ¿Está seguro?...Ciento veinte monedas de oro.. y me lo vendes ya!!! contestó el señor...No, no puedo..y cogiendo el anillo..salió corriendo..¡gracias señor!!
Cuando llegó a casa del anciano..este le abrió la puerta con una sonrisa..¿que te ha dicho el joyero?
- Me ofrecía 120 monedas de oro!! No puedo creerlo..
-Bien, ahí va la lección: en el mercado no sabían el valor del anillo, cada uno te ofrecía lo que le parecía..Algún día encontrarás a una persona que sepa ver lo que realmente vales, mientras tanto no te sientas triste porque aquellos que no saben ver no te aprecien..
Que bonito me ha encantado y me siento muy identificada.
ResponderEliminarÓjala supieramos valorarnos nosotros mismos,
ResponderEliminarpero me parece que es una asignatura pendiente en la mayoría de las casos...Buscamos la aprobación en el exterior en vez de mirar en nuestro interior.
Gracias por este pequeño relato.
Muy bonito. Me gustan mucho los cuentos de Bucay. En su libro: Déjame que te cuente,hay muchos,muy bonitos y constructivos.
ResponderEliminarDoc james
ResponderEliminarHola, mi nombre es Dr. James Henry del Hospital Universitario de la Universidad de Benin, soy especialista en cirugía de órganos, y nos ocupamos de la compra de órganos a humanos que desean vender, y estamos ubicados en Nigeria, EE. UU. Y Malasia , pero nuestra oficina central está en Nigeria. Si está interesado en vender su riñón o vender cualquier parte de su órgano corporal, contáctenos para obtener más información. Contáctanos a través de
Correo electrónico: jameshenryhome@gmail.com
Número de Whatsapp: +2348110133466
Esperando saber de ti.
Saludos,
Dr. james
CEO
UNIVERSIDAD DE BENIN HOSPITAL DE ENSEÑANZA.