El pescado y la luz del sol, dos fuentes de vitamina D |
La vitamina D pertenece al grupo de vitaminas liposolubles, se almacenan en el tejido graso y por eso no es tan fácil obtenerla como otras vitaminas hidrosolubles. De hecho las fuentes naturales son: pescados grasos (atún, salmón, caballa), hígado, quesos, yemas de huevo, champiñón.. Pero además necesitamos la luz solar para convertirla en vitamina D utilizable por nuestro organismo. Por esta dificultad se suplementan la leche, soja, zumos, cereales, etc para que tomemos las cantidades diarias necesarias, y en determinados momentos de la vida (embarazo, lactancia, tras la menopausia y otros) conviene tomar suplementos farmacológicos, ya que interviene en múltiples procesos celulares, no solo en la calcificación osea, como lo demuestra el artículo que os pongo a continuación.
Pero hay que tener en cuenta que también tiene sus riesgos un exceso, tanto de sol (riesgo de cáncer de piel) como de vitamina D (depósitos de calcio en riñones, corazón, pulmones, nauseas y vómitos, desorientación, debilidad, inapetencia, etc)Como orientación vamos a poner las cantidades diarias recomendables según las edades:
- Lactantes: entre 400 y hasta un máximo de 1500 UI por día
- Niños hasta 9 años: entre 600 y hasta 3000 UI por día
- Adultos, embarazo y lactancia: entre 800 y hasta un máximo de 4000 UI por día.
A continuación os pongo este trabajo de investigación que me parece muy interesante por las implicaciones que puede tener para ayudarnos a prevenir enfermedades serias.
La vitamina D puede aumentar las tasas de supervivencia entre los pacientes con cáncer (J Clin Endocrinol Metab)
Elsevier30 abr 2014
Puede influir en el pronóstico de las personas con cáncer de mama, cáncer colorrectal y linfoma
Los pacientes con cáncer que poseen niveles más altos de vitamina D en el momento del diagnóstico tienden a registrar mejores tasas de supervivencia y permanecer en remisión más tiempo que los enfermos que están carentes de vitamina D, según concluye un nuevo estudio publicado en “Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism”.
El cuerpo produce de modo natural vitamina D después de la exposición a la luz solar y a la absorbe
de ciertos alimentos. Además de ayudar al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo necesarios para tener los huesos sanos, la vitamina D afecta a una variedad de procesos biológicos mediante su unión a una proteína llamada receptor de la vitamina D, que está presente en casi todas las células del cuerpo.
de ciertos alimentos. Además de ayudar al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo necesarios para tener los huesos sanos, la vitamina D afecta a una variedad de procesos biológicos mediante su unión a una proteína llamada receptor de la vitamina D, que está presente en casi todas las células del cuerpo.
"Al revistar estudios que en conjunto examinaron los niveles de vitamina D en 17.332 pacientes con cáncer, se demostró que los niveles de vitamina D están relacionados con mejores resultados en varios tipos de cáncer", según resume uno de los autores del trabajo, Hui Wang, profesor del Instituto de Ciencias de la Nutrición en el Instituto de Ciencias Biológicas de la Academia de Ciencias de China, en Shanghai (China).
Concretamente, "los resultados sugieren que la vitamina D puede influir en el pronóstico de las personas con cáncer de mama, cáncer colorrectal y linfoma"
El metaanálisis se centró en los resultados de 25 estudios separados que midieron los niveles de vitamina D en pacientes con cáncer en el momento del diagnóstico y el seguimiento de los índices de supervivencia. En la mayor parte de la investigación, los enfermos tenían pruebas sobre sus niveles de vitamina D antes de que se sometieran a un tratamiento para el cáncer y el estudio mostró que un aumento de 10 nmol/l en los niveles de vitamina D está vinculado a un incremento del 4% en la supervivencia de las personas con cáncer.
Los expertos hallaron el vínculo más fuerte entre los niveles de vitamina D y la supervivencia en el cáncer de mama, el linfoma y el cáncer colorrectal, pero hubo menos evidencia de una conexión en las personas con cáncer de pulmón, cáncer gástrico, cáncer de próstata, leucemia, melanoma o carcinoma de células de Merkel, aunque los datos disponibles fueron positivos.
"Teniendo en cuenta que la deficiencia de vitamina D es un problema generalizado en todo el mundo, es importante asegurarse de que todas las personas tengan un nivel suficiente de este importante nutriente. Los médicos deben prestar mucha atención a los niveles de vitamina D en las personas que han sido diagnosticadas de cáncer", recomienda Wang.
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