Hay muchos estudios que relacionan el tipo de alimentacíón y los hábitos de vida con la incidencia del cáncer de mama, pero hasta ahora no había encontrado ninguno que hablara de la importancia de mantener un mayor o menor tiempo de ayuno, por eso este artículo me parece interesante.
Es solo una investigación publicada en una revista prestigiosa, no quiere decir que sus conclusiones sean ya científicamente asumibles, pero tampoco cuesta nada tenerlo en cuenta y tiene su fundamento.
El ayuno nocturno puede reducir los niveles de glucosa y el riesgo de cáncer de mama (Cancer Epidemiol Biomarkers Prev)
Elsevier28 abr 2015
Es un sencillo cambio en la dieta que la mayoría de mujeres pueden entender y adoptar.
Investigadores de la University of California en San Diego, Estados Unidos, aseguran que aumentar el periodo de ayuna durante la noche espaciando lo máximo posible el tiempo entre la cena y el desayuno del día siguiente sirve para disminuir los niveles de glucosa y, con ello, se podría incluso reducir el riesgo de cáncer de mama.
"Es un sencillo cambio en la dieta que la mayoría de mujeres pueden entender y adoptar (...) Podría ser una nueva estrategia para reducir el riesgo de cáncer de mama", ha reconocido Catherine Marinac, autora del trabajo publicado en la revista "Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention" que también se ha presentado en el Congreso de la American Association for Cancer Research que se celebra en Filadelfia (Estados Unidos).
En el trabajo las mujeres tenían que informar de todas las comidas que realizaban al día. De media hacían cinco comidas, y solían ayunar una media de 12 horas entre la última comida del día y la primera del día siguiente.
De este modo, vieron que las mujeres que estuvieron sin comer durante más tiempo durante la noche tenían un control significatívamente mejor de sus niveles de glucosa en sangre. Por cada tres horas de ayuno el nivel de glucosa postprandial era un 4% menor, con independencia de lo que comieran.
"Los consejos alimentarios para la prevención del cáncer suelen centrarse en limitar el consumo de carnes rojas, alcohol y cereales refinados, y aumentar el consumo de verduras", ha explicado Ruth Patterson, que reconoce que con este hallazgo se deberá tener también en cuenta la frecuencia con que la gente come.
No obstante, los autores recomiendan realizar más ensayos clínicos a gran escala para confirmar estos resultados y ver si el ayuno nocturno puede influir en algunos marcadores biológicos encargados de controlar la glucemia y el desarrollo del cáncer de mama.
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