LA NORIA
Subía despacio. Cada paso le
llevaba un poco más allá. Un poco más acá..depende. Sobre su cabeza el fardo
pesaba algo más que otros días. Siempre pesaba un poco más o ella podía un poco
menos. Depende
La cuesta terminaba en un claro
y allí estaba el sujeto que tenia que recoger su fardo. Sin palabras. Tampoco hacían
falta. Lo echaba a la vieja furgoneta y partía hacia su desconocido final. Ella
no sabia que contenía el fardo. Quizás el hombre tampoco, o quizás si. Depende.
En cualquier caso a ella eso no le importaba. Solo le importaba coger los dos dólares
que le daban cada día a cambio de su fardo.
Dos dólares milagrosos. Con
ellos compraba el pan y algo de pollo y las patatas. A veces arroz y frutas…y
algo de alcohol. No para ella. Ella no podía beber alcohol. El alcohol era para
su hombre. El hombre de su casa, el que le pegaba o no, dependía..No sabia de
que, pero dependía…por si acaso ella le llevaba alcohol. Así, se dormía tras
unas cuantas palabras gruesas y a veces… Bueno a veces también quería hacer el
amor..O el sexo. Depende como quieras decirlo..En realidad no era lo uno ni lo
otro..Pero al final por fin se dormía y la dejaba tranquila…entonces ella podía
sentarse delante de su casa, en la vieja hamaca y entornar los ojos..Y soñar.
Algunas veces veía cosas
bonitas, vestidos y flores tejidas que engalanaban la rica hacienda en la que vivía
con aquel personaje de la tele..Que lastima que ya terminó la serie,.. y
caballos que trotaban ligeros y silenciosos, como ángeles por la pradera que se
extendía delante de sus ojos cerrados…pero otras veia a su vieja, caminando con
un fardo en la cabeza, subiendo por la empinada cuesta que llevaba a la cima,
llena de moratones la cara o los brazos...cada día un poco más cansada, un poco
más lenta…y su vieja la miraba desde la lejanía. Pero la miraba a los ojos..y
con su mirada le decía cosas que ella ya sabia..cosas que ella le decía a su
hija…
No hay comentarios:
Publicar un comentario