sábado, 12 de enero de 2013

La entrevista con el Ginecólogo

Cuando te planteas la visita al ginecólogo, especialmente si es tu primera visita, es inevitable sentir una pequeña ansiedad o temor: más si no conoces al facultativo. Es lógico estar algo nerviosa, porque los temas de salud siempre son preocupantes, hay que hablar de cosas íntimas y en el caso concreto del ginecólogo los temas a tratar son especialmente delicados, por una parte por la naturaleza de los mismos (se hablará de tu sexualidad, de tus temores al embarazo, de tus molestias más intimas, etc)  y por otra por el lógico temor de que pueda aparecer algún tipo de problema de salud  importante. Nos pueden afectar  temas como el no poder tener hijos, una enfermedad seria, incluso un cáncer, etc...En resumen, es más que lógico que la mujer se encuentre nerviosa ante la entrevista con el ginecólogo.

¿Como actuar?.
-Es conveniente haberse informado previamente de quien va a ser el profesional que nos visitará...es hombre, mujer, joven, mayor, delicado, brusco, hablador o callado, simpático o antipático...etc..así que si llevamos la referencia de una amiga o familiar, iremos algo más tranquila y confiada.
- Es importante confiar en la profesionalidad de la persona que nos va a tratar. En la relación médico-paciente es muy importante que exista esa confianza por ambas partes. Si alguno de los dos, médico o paciente, desconfía o se pone "a la defensiva", la consulta puede no transcurrir de la manera más adecuada. Incluso os diría, que en caso de desconfianza, es preferible dejar la visita y buscar otro profesional que nos merezca más confianza. Vamos a tratar temas muy sensibles y no es conveniente el estado de incertidumbre y desconfianza mutua. El diagnóstico y el tratamiento deben ser entendidos y aceptados por la paciente, con la seguridad de que su ginecólogo está actuando de la mejor forma, buscando ayudarle y solucionar el problema de salud que le ha llevado a la consulta.
- La actitud de la paciente y el médico debe ser sincera, lo más tranquila y completa posible. La paciente quiere "soltar su problema" de forma directa y rápida, pero a veces ese no es el verdadero problema, por eso es importante que tras la presentación inicial y el intercambio de unas frases cordiales, el profesional proceda a elaborar la 
- Historia Clínica de la paciente: en ella se recogen los antecedentes familiares, personales, enfermedades, cirugía, alergias, vacunaciones, medicaciones que toma, gestaciones, etc, etc, y los motivos que en la actualidad le han llevado a la consulta, así como los síntomas que tenga, el tiempo que hace que los sufre, los tratamientos previos, la evolución, etc
- Durante esta parte de la entrevista, el doctor irá preguntando por las diferentes cuestiones personales o de salud, siempre con tacto en aquellas preguntas más intimas o delicadas, y tratando de no entrar en valoraciones morales o de otro tipo que no sean exclusivamente médicas. El trato cordial, la tranquilidad y la sonrisa ocasional del profesional son los mejores aliados para conseguir que la paciente se vaya sintiendo más relajada y por tanto colabore en el desarrollo de la entrevista, sin olvidarse (por los nervios) de aquellos detalles que aunque no lo parezcan pueden ser importantes.
- Una vez terminada la historia clínica, el doctor tiene ya una idea de cual es el problema que preocupa a su paciente, y esta mientras tanto ha debido irse relajando lo suficiente para afrontar con tranquilidad la parte más delicada del acto médico: La exploración.


El tema de la Exploración Ginecológica lo comentaremos en otra entrada, así podréis saber como se hace y porque...Espero que el conocimiento contribuya a que la consulta resulte algo más tranquila.

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