1. ¿QUE ES EL EMBARAZO DE ALTO RIESGO?
Gestación durante la cual la madre, el feto o el recién
nacido tienen o tendrán un riesgo elevado de morbilidad o mortalidad antes o
después del parto.
Todo embarazo debe evaluarse para determinar si existen o pueden
aparecer factores de riesgo. Están implicados muchos factores y sopesar cada uno
de ellos como un incremento del riesgo requiere una revisión sistemática . La consecuencia es el seguimiento y control especial para tratar de prevenir las complicaciones derivadas de ese riesgo. En ocasiones incluso se deriva a la gestante a un Hospital de referencia mejor equipado, que pueda hacer frente a los posibles riesgos o complicaciones
2. FACTORES DE RIESGO
Las madres adolescentes tienen un
riesgo aumentado de desarrollar preeclampsia y de presentar recién nacidos de
bajo peso o con déficit nutricionales.
Las mujeres mayores de 35 años presentan un mayor
riesgo de tener o desarrollar una hipertensión crónica o una hipertensión
inducida por el embarazo sobreañadida, diabetes gestacional, miomas uterinos y
distocias. El riesgo de anomalías cromosómicas aumenta desde un 0,9% a los 35
hasta un 7,8% a los 43 años de edad
-Peso materno.
Las mujeres primíparas que
pesan menos de 45 kg
tienen un alto riesgo de tener un recién nacido pequeño para la edad
gestacional (PEG) Un aumento de peso inadecuado durante el embarazo (7 kg ) en una mujer de bajo
peso aumenta aún más el riesgo, de modo que la incidencia de recién nacidos PEG
se aproxima al 30%. Al contrario, la obesidad materna es un factor de riesgo de
macrosomía fetal, diabetes gestacional e hipertensión.
-Talla materna. En mujeres con una altura
menor de 140 a
150 cm
aproximadamente el riesgo de desproporción pélvico-fetal, parto pretérmino y
retraso del crecimiento intrauterino está aumentado.
-Aborto habitual. El riesgo de aborto
recurrente después de tres pérdidas fetales en etapas precoces del embarazo es
de aproximadamente un 35%. Las mujeres que presentan abortos habituales tienen
más probabilidad de tener mortinatos en el segundo trimestre y comienzos del
tercero y de parto pretérmino. Antes de intentar un nuevo embarazo debe hacerse un estudio ginecológico y genético que excluya translocaciones balanceadas en los padres, anomalías uterinas y
cervicales, infecciones, enfermedades del tejido conectivo y trastornos hormonales.
-Antecedentes de recién nacidos muertos o muerte
neonatal. Los antecedentes de pérdida fetal perinatal sugieren la
posibilidad de una anomalía citogenética fetal o en los padres, diabetes
materna, trastornos vasculorrenales crónicos, hipertensión, enfermedad del
tejido conectivo o abuso de drogas..
-Antecedentes de parto pretérmino o recién nacido
Pequeño para edad gestacional (PEG). Cuanto mayor número de partos pretérmino ha presentado una mujer,
mayor es el riesgo del mismo en el embarazo actual. Una mujer que haya
presentado previamente un recién nacido de peso 1,5 kg , sin otros partos,
tiene un 50% de posibilidades de tener un parto pretérmino en la siguiente
gestación. En una paciente que ha tenido anteriormente un recién nacido PEG
debe investigarse la posibilidad de hipertensión, trastornos renales, aumento
de peso inadecuado, infección, tabaquismo y abuso de alcohol o drogas.
-Antecedentes de recién nacidos macrosómicos.
El parto previo de un recién nacido de peso 4,5 kg sugiere diabetes
materna. Si se sospecha este diagnóstico, la paciente debe ser estudiada
mediante una prueba de sobrecarga de glucosa de 50 g en 1 h a las 10, 20 y 28
sem de la gestación; si existen niveles anormales de glucosa, éstos deben
confirmarse con la prueba de tolerancia a la glucosa de 3 h.
-Multiparidad. Las mujeres que han tenido
cinco o más embarazos tienen un riesgo elevado de hemorragias posparto secundarias a atonía del útero. Las
multíparas también pueden presentar un parto demasiado rápido, con el riesgo de
hemorragia y embolia de líquido amniótico. La placenta previa también es más
frecuente en las grandes multíparas.
-Antecedentes de preeclampsia o eclampsia.
La presencia de estas complicaciones en embarazos previos incrementa el riesgo
de hipertensión en las gestaciones siguientes, sobre todo si la paciente
presenta un trastorno vasculorrenal crónico subyacente identificable.
en próximas entradas seguiremos comentando las circunstancias que hacen que un embarazo sea clasificado de alto riesgo
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