La vejiga hiperactiva afecta a un 45% de mujeres mayores de 65 años |
La vejiga hiperactiva es un trastorno muy frecuente en la mujer, (aunque también puede aparecer en el hombre) y se caracteriza por la sensación de urgencia en orinar que hace que se produzcan escapes de orina porque "no se llega a tiempo". Es diferente de la incontinencia de esfuerzo, que se produce por los esfuerzos como la tos, saltar, reír, etc y que es debida a la debilidad del músculo que cierra la uretra. En el caso de la vejiga hiperactiva lo que hay es una excesiva irritabilidad de los músculos encargados de contraer la vejiga para que esta pueda vaciarse.
Hasta el momento los tratamientos para la vejiga hiperactiva consisten en evitar las sustancias
irritantes como el café, té, alcohol, el enfriamiento, las infecciones, etc..y los ejercicios de autocontrol. Cuando no es suficiente se acude al tratamiento farmacológico (tolterodina, solifenacina, mirabegrón, oxibutinina, etc), pero acaba de aparecer una nueva terapia utilizando la toxina botulinica (el bótox)...
irritantes como el café, té, alcohol, el enfriamiento, las infecciones, etc..y los ejercicios de autocontrol. Cuando no es suficiente se acude al tratamiento farmacológico (tolterodina, solifenacina, mirabegrón, oxibutinina, etc), pero acaba de aparecer una nueva terapia utilizando la toxina botulinica (el bótox)...
Bótox para tratar patologías del tramo urinario inferior
• Elsevier• 21 feb 2014
Utilizan el bótox para paliar el detrusor hiperactivo, causa habitual de los síntomas de vejiga hiperactiva, una dolencia que se estima que padece casi un 20% de la población española
La Fundación Puigvert ha consolidado el uso de toxina botulínica, más conocida por sus aplicaciones en cirugía estética, en patologías del tramo urinario inferior, gracias a los buenos resultados obtenidos en los pacientes tratados.
En concreto, la fundación utiliza el bótox para paliar el detrusor hiperactivo, causa habitual de los síntomas de vejiga hiperactiva, una dolencia que se estima que padece casi un 20% de la población española.
El jefe de la Unidad de Urología Funcional y Femenina del servicio de Urología de la Fundación Puigvert, Dr. Pedro Arañó, ha señalado que el uso de la toxina botulínica "tiene su base en la paralización que provoca en el músculo y que hace desaparecer las contracciones espontáneas que se producen en la vejiga en casos de detrusor hiperactivo".
Además, ha destacado que "el detrusor hiperactivo causa incontinencia de urgencia y aumento de la frecuencia miccional, tanto diurna como nocturna, y es muy frecuente en casos de vejiga hiperactiva".
Para paliar este síntoma, la toxina botulínica se aplica a través de inyecciones en las paredes de la vejiga mediante una endoscopia.
La Fundación ha organizado el II Curso de uso de toxina botulínica en patología del tramo urinario inferior para profundizar en este tipo de tratamientos.
El adjunto de la unidad dirigida por el Dr. Arañó, el Dr. Carlos Errando, ha remarcado que "los fármacos se abandonan en un 50% de los casos, ya sea por falta de eficacia o porque causan efectos colaterales como estreñimiento, ojo seco o sequedad de boca".
Por ello es tan importante contar con una alternativa terapéutica que permita acabar con las molestias que sufren los pacientes.
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