Mary Anning fue una extraordinaria mujer que vivió entre 1799 y 1847 , en la costa inglesa de Dorset. Hija de un pobre ebanista, ayudaba a su padre a buscar fósiles de belemnites que vendían como recuerdo a los turistas. Tuvo una infancia triste (murieron varios de sus hermanos), incluso cuando tenia año y medio, y se encontraba en brazos de una vecina de sus padres con dos amigas, cayó un rayo que mató a las tres mujeres, sobreviviendo ilesa la pequeña Mary. Además de pobre, pertenecía a la iglesia protestante no anglicana (minoritaria y rechazada en esa ciudad), y consiguió aprender a leer con los discursos de la misa de los domingos.
Sin embargo su gran habilidad para descubrir los fósiles que aparecían en los acantilados, y su extraordinaria paciencia (uno de los fósiles, el plesosaurio, tardó 10 años en excavarlo), le hicieron ser reconocida por todos los grandes geólogos y paleontólogos de la época. Aprendió a escribir y leía todos los artículos científicos que podía conseguir, realizando ella luego sus propios dibujos y descripciones de los fósiles hallados.
Tuvo durante los primeros años un pequeño puesto de fósiles en el mercado, pero la pobreza le impedía casi comer, hasta que Thomas Birch, un acaudalado coleccionista subastó su propia colección y entrego lo obtenido (unas 400 libras) a Mary. Esto le permitió montar una pequeña tienda con un gran escaparate en el que exhibía sus exóticos fósiles. La tienda fue visitada por los grandes científicos de la época, que adquirían fósiles para los diferentes Museos de Francia, Alemania, Inglaterra, incluso el Rey Federico Augusto de Sajonia compró un ictisauro para su colección particular. Aunque fue considerada una intrusa, personajes como Buckland, Owen, Lyell, o Darwin, visitaron, compraron y mantuvieron correspondencia, valorando sus opiniones como las de una insigne paleontóloga autodidacta.
Murió a los 47 años , de cancer de mama, habiendo aportado a la ciencia el descubrimiento de los ictiosauros, Plesosauros, Pterosauros, diferentes peces fósiles, invertebrados, belemnites.
Una gran mujer, que partiendo de la pobreza y la ignorancia alcanzó con su único esfuerzo el reconocimiento de la Historia de la Ciencia
Tuvo durante los primeros años un pequeño puesto de fósiles en el mercado, pero la pobreza le impedía casi comer, hasta que Thomas Birch, un acaudalado coleccionista subastó su propia colección y entrego lo obtenido (unas 400 libras) a Mary. Esto le permitió montar una pequeña tienda con un gran escaparate en el que exhibía sus exóticos fósiles. La tienda fue visitada por los grandes científicos de la época, que adquirían fósiles para los diferentes Museos de Francia, Alemania, Inglaterra, incluso el Rey Federico Augusto de Sajonia compró un ictisauro para su colección particular. Aunque fue considerada una intrusa, personajes como Buckland, Owen, Lyell, o Darwin, visitaron, compraron y mantuvieron correspondencia, valorando sus opiniones como las de una insigne paleontóloga autodidacta.
Murió a los 47 años , de cancer de mama, habiendo aportado a la ciencia el descubrimiento de los ictiosauros, Plesosauros, Pterosauros, diferentes peces fósiles, invertebrados, belemnites.
Una gran mujer, que partiendo de la pobreza y la ignorancia alcanzó con su único esfuerzo el reconocimiento de la Historia de la Ciencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario