No hablamos de mejillones, gambas, almejas, ni de bichos tan exóticos como el de la foto, sino de una lesión de la piel de unos 5 mm, algo sobreelevada y con una pequeña depresión central (como un ombligo) producida por un virus (molluscipoxvirus), que es el que le da el curioso nombre de molusco contagioso o "molluscum contagiosus".
Suelen verlo más los dermatólogos, pues es una lesión de la piel que puede aparecer en cualquier parte del organismo, cara, extremidades, tronco, abdomen, pero también zonas genitales. Puede transmitirse a través de objetos (fomites) o por contacto directo. Puede ser por tanto de transmisión sexual.
Los síntomas son bastante inespecíficos: suele aparecer una lesión solitaria de unos 5 mm, algo elevada y que provoca alguna sensación de picor o quemazón, pero habituálmente no produce ningún síntoma y se descubre casualmente en una exploración ginecológica rutinaria. Al cabo de un tiempo pueden aparecer nuevas lesiones por autoinoculación, por rascado, o por nuevos contagios.
Aunque la lesión es inofensiva y a veces desaparece espontáneamente, conviene quitarla para evitar su extensión, el contagio a otras personas o el efecto estético, según la localización de las verrugas.El tratamiento se hace generálmente por curetaje (una especie de bisturí que elimina de raíz la lesión de forma indolora), también por crioterapia, o con ácido tricloroacético. Muchas veces reaparecen nuevas lesiones pasado un tiempo, que habrá que ir eliminando una por una.
Suelen verlo más los dermatólogos, pues es una lesión de la piel que puede aparecer en cualquier parte del organismo, cara, extremidades, tronco, abdomen, pero también zonas genitales. Puede transmitirse a través de objetos (fomites) o por contacto directo. Puede ser por tanto de transmisión sexual.
Los síntomas son bastante inespecíficos: suele aparecer una lesión solitaria de unos 5 mm, algo elevada y que provoca alguna sensación de picor o quemazón, pero habituálmente no produce ningún síntoma y se descubre casualmente en una exploración ginecológica rutinaria. Al cabo de un tiempo pueden aparecer nuevas lesiones por autoinoculación, por rascado, o por nuevos contagios.
Aunque la lesión es inofensiva y a veces desaparece espontáneamente, conviene quitarla para evitar su extensión, el contagio a otras personas o el efecto estético, según la localización de las verrugas.El tratamiento se hace generálmente por curetaje (una especie de bisturí que elimina de raíz la lesión de forma indolora), también por crioterapia, o con ácido tricloroacético. Muchas veces reaparecen nuevas lesiones pasado un tiempo, que habrá que ir eliminando una por una.
En resumen, este es el aspecto que presentan las lesiones del molusco contagioso. Un lesión que puede aparecer en niños y adultos, afectar a cualquier parte del cuerpo, ser o no ser de transmisión sexual, que produce pocos síntomas, es bastante inofensiva, pero se transmite y se reproduce creando problemas estéticos o a veces irritación y picor.
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