martes, 19 de julio de 2011

LA VARICELA (Y EL EMBARAZO)


La varicela y el herpes zóster son producidas por el virus varicela-zóster, cuando es la primera vez que se padece adopta la forma de varicela, y cuando es una reinfección aparece como zóster.
La varicela es una enfermedad muy contagiosa, a través del contacto directo con las vesículas o con las gotitas que expulsamos al hablar. El periodo de incubación dura de 14-16 días, pero es transmisible entre los 10 y los 21 días a partir de la exposición.
Las lesiones aparecen como una especie de "granitos" o vesículas, que luego se convierten en pústulas (con una costra), y a partir de ese momento dejan de ser contagiosas. Las lesiones aparecen en brotes, y suelen hacerlo en el tronco, alguna vez en la cara, en el cuero cabelludo, incluso en la mucosa oral. Son lesiones que pican y en los primeros días se acompañan de fiebre, malestar, vómitos. Después de 3-4 oleadas o brotes, donde unas lesiones están saliendo (rojas), otras como ampollas y otras como costras, se pasa el proceso agudo y en un máximo de 15-20 días, desaparece la infección.
El diagnóstico lo suele hacer el médico por el aspecto de las lesiones y porque se producen epidemias (más frecuentes en primavera e invierno). Generálmente no suelen haber complicaciones, salvo la sobreinfección de alguna lesión por estreptococo o estafilococo, aunque en algún caso aislado, especialmente en personas inmunodeprimidas se puede complicar con una neumonía, una lesión neurológica o una infección grave (fascitis necrotizante).
Hoy día el tratamiento más adecuado es la prevención en la infancia mediante vacuna con virus atenuados. Esta vacuna no se puede poner en personas inmunodeprimidas NI EN LAS EMBARAZADAS.
Existe un suero con anticuerpos que se puede aplicar tras el contacto con alguna persona infectada. En este caso si puede utilizarse en las embarazadas.
¿que sucede en el embarazo? el virus de la varicela puede atravesar la placenta y afectar al feto, si la infección se produce en los 6 primeros meses de gestación. Realmente el riesgo de afectación fetal es bajo (del 1-2%), pero en caso de producirse puede provocar alteraciones neurológicas, oculares y esqueléticas del feto.
En resumen: es conveniente la vacunación de la varicela para evitar riesgos en la edad adulta. Si estás embarazada no puedes vacunarte. Si tienes la sospecha de haberte contagiado, comunícalo a tu médico para que te prescriba la inmunoglobulina. Si no aparecen las lesiones tras 15 dias, el riesgo ha pasado. Si aparecen las lesiones, y estas en los dos primeros trimestres de gestación, consulta con el ginecólogo, pues habrá que estudiar la posibilidad de afectación fetal.

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