Es muy frecuente el temor a sufrir un ataque cardiaco durante la realización del acto sexual, especialmente en aquellas personas que han sufrido previamente un infarto, pero no exclusivamente en este caso. Cuando se ha padecido cualquier tipo de enfermedad cardiaca, asociamos el acto sexual con un esfuerzo importante y esto genera el temor, a veces incluso la impotencia o la inhibición del deseo sexual, con lo que añadimos una pérdida de calidad de vida que no tiene razón de ser.
En este artículo recientemente publicado se expone muy claramente que no hay porqué tener este miedo, siempre que se hayan realizado las oportunas pruebas de estrés y el especialista asegure que se puede realizar sin temor. Es importante remarcar que no hay que evitar hablar del tema sexual con el especialista, pues su consejo nos ayudará a mantener una vida más plena en todos los sentidos.
26/04/13,11:16, Doyma JANO.es
Tras un infarto, los casos de fallecimiento durante el acto sexual ocurren en un porcentaje muy bajo
Tras sufrir un infarto de miocardio, el paciente cardiaco se replantea sus quehaceres cotidianos y las probables secuelas que de ellos se derivan. Según asegura Javier Andrés Novales, coordinador de los servicios de Cardiología de los hospitales San Eloy (Barakaldo) y San Juan de Dios (Santurtzi), “no es ajeno a este planteamiento hacerse algunas preguntas y temores sobre la vida sexual. Para encontrar soluciones positivas es necesario despojarse de todos los tabúes o de la vergüenza que se pueda experimentar al consultar estos temas con el médico o el psicólogo”.
El Dr. Novales, que pronunció una conferencia al respecto en el foro Encuentros Con la Salud, señala que “la ausencia de actividad sexual en la pareja tras un infarto de miocardio puede ser consecuencia del miedo a la muerte durante el coito”.
“Sin embargo”, prosigue, “los casos de fallecimiento durante el acto sexual ocurren en un porcentaje muy bajo. En un estudio sobre 5.559 casos de muerte repentina por causas no traumáticas, sólo 34 se habían producido durante el coito y se debían a motivos cardiológicos. Es necesario destacar que en 27 de esas 34 relaciones, la persona fallecida estaba realizando el acto sexual con una pareja distinta de la habitual. Indudablemente, en el desenlace influye de forma significativa el nerviosismo, la mayor excitación, el sentimiento de culpa, la necesidad de quedar bien, etc."